Ecologistas en Acción ha declarado, tras el atropello mortal de una nuetria esta noche, que cada año mueren miles de animales atropellados en la extensa red de carreteras de la provincia de Córdoba. Algunos de los animales atropellados corresponden con especies escasas y protegidas como es el caso de la Nutria Paleártica Lutra lutra, clasificada como “Vulnerable” a la extinción (VU) en el Libro Rojo de los Vertebrados Amenazados de Andalucía.
El constante aumento de la red de carreteras, las altas velocidades que permiten unos trazados cada vez más rectilíneos, y el aumento de la necesidad de movilidad motorizada, están provocando, según este colectivo, la muerte prematura de miles de animales, domésticos y silvestres, en esta provincia.
Una de las tareas diarias de los operarios que integran los servicios de conservación de la red de carreteras es la recogida de los numerosos animales atropellados que aparecen en las cunetas o atravesados en la calzada a primeras horas de la mañana.
«Ecologistas» pide un estudio
Ecologistas en Acción demandará a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía la elaboración de un estudio de ámbito provincial que determine por categoría según las características de los viales, el grado de incidencia sobre los principales grupos faunísticos que son víctimas habituales por atropellos.
Los resultados del estudio deben de servir, afirman desde Ecologistas en Acción como base para el diseño de medidas y actuaciones correctoras destinadas a aumentar la seguridad de los usuarios, a reducir el efecto barrera y minimizar el número de atropellos. Estas medidas se deberán implementar preferentemente en los espacios protegidos (Red Natura 2000 y parques naturales) así como en las franjas o terrenos que por sus características, estado de conservación y ubicación, tiene una función de conexión o de corredor ecológico.
De igual modo, y ante el previsible crecimiento de las infraestructuras de transporte en nuestra provincia, el estudio deberá de determinar las áreas saturadas o con elevado grado de fragmentación, así como las zonas más sensibles y críticas para la fauna silvestre que deben de quedar definitivamente a salvo de nuevas infraestructuras de transporte.
