Ha llegado el verano. Con mucho o poco presupuesto, la mayoría de familias españolas ya tiene decidido o está valorando las muy variadas ofertas disponibles para pasar unos días de descanso, ya sea en España o fuera de nuestras fronteras. Pero aparte del precio ¿en que nos fijamos a la hora de escoger nuestro destino vacacional? El buen estado de la naturaleza y los establecimientos respetuosos con el medio ambiente suben peldaños en nuestra escala de preferencias. El ecoturismo ha pasado de representar exclusivamente destinos rurales selectos a abarcar todo tipo de establecimientos y precios.
Si nos preguntamos cual es el principal criterio al escoger un sitio para ir de vacaciones, a parte del precio, seguramente muchos de nosotros contestaremos la belleza del paisaje y la calidad del entorno. Así lo confirma un Euro-barómetro publicado por la Comisión Europea y titulado "Las preferencias de los europeos hacia el turismo". Según este estudio, los factores predominantes al escoger destino vacacional incluyen el sol y la playa, visitar a la familia y, en tercer lugar, el encuentro con la naturaleza.
Las certificaciones medioambientales: una solución al alcance de todos
El estado y la conservación de la naturaleza son de este modo esenciales para el éxito de un destino turístico. En Europa se está haciendo un gran esfuerzo para proporcionar herramientas al sector turístico que faciliten la transición hacia una gestión más eficaz y verde. La etiqueta europea Ecolabel y el sistema de gestión EMAS son dos de los instrumentos más importantes. En España hay una creciente oferta de establecimientos turísticos que han optado por desmarcarse con una certificación que acredite su buen comportamiento ambiental. Los últimos datos facilitados por la Comisión Europea sitúan a España, con más de un centenar, a la cabeza en cuanto al número de alojamientos con la certificación EMAS y con precios para todos los gustos.
El debate está en el aire. A finales del pasado mes de mayo, Barcelona acogía el fórum europeo sobre eco-innovación. En él se debatió sobre el valor añadido de las certificaciones medioambientales, su impacto en la competitividad de las empresas y su papel en la transición hacia una economía circular baja en carbono.
En Barcelona, Guillermina Yanguas, Directora del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, recordaba los efectos positivos de los instrumentos de certificación. "Reconvertir los sectores tradicionales de nuestra economía en clave de sostenibilidad, con procesos y servicios más eficientes, y la identificación de nuevos nichos de negocio con productos y servicios eco-innovadores, más eficientes y sostenibles, son estrategias clave para la competitividad de nuestras empresas y la transición hacia una economía baja en carbono".
La Comisión Europea abrió recientemente una ronda de consultas pública sobre economía circular en el que las ecoetiquetas y los sistemas de información y certificación medioambientales tendrán un papel esencial. Las contribuciones se pueden enviar hasta el próximo 20 de agosto.
El turismo verde está al alza, y su peso en la economía, tanto española como europea, hace que sea un sector estratégico clave en la transición hacia una economía más sostenible y competitiva.