La Mesa Redonda sobre la situación actual de nuestros mares y los aspectos pendientes para su conservación, que se celebró ayer domingo, contó con invitados de excepción como Cristina Narbona (miembro de la Global Ocean Commission); José Juste (catedrático de Derecho Internacional de la Universidad de Valencia); Pep Arcos (responsable del Programa Marino de SEO/BirdLife); y Cristina Álvarez Baquerizo, abogada ambiental y asesora legal de SEO/BirdLife.
Mesa redonda
La mesa redonda: “Aspectos pendientes de la conservación del medio marino”, con Pep Arcos, Cristina Narbona, Cristina Álvarez-Baquerizo y José Juste.
“Los océanos son vitales para el mantenimiento de la vida en el planeta Tierra”, así comenzaba su intervención Cristina Narbona, exministra de Medio Ambiente. Como actual miembro de la la Global Ocean Commission, aseguraba además que “nos hemos preocupado de proteger los parques nacionales, la atmósfera y por último los mares. Y en este sentido, quiero destacar que no debemos olvidarnos de los pequeños estados insulares porque son las principales víctimas del cambio climático, pues toda su vida depende y gira en torno al mar… En Naciones Unidas debería existir un representante, como lo fue en su día Michelle Bachelet en cuestiones de género, que coordine la labor de todas las actuaciones relacionadas con los mares”.
Océanos de vida
El futuro de los mares y océanos es vital para nuestra supervivencia, puesto que garantizan la estabilidad del clima y de los ecosistemas, actúan como sumideros de carbono, y constituyen una reserva esencial de alimentos y materias primas. Sin embargo, su gobernanza es aun deficitaria e insuficiente.
El programa marino de SEO/BirdLife ha puesto en marcha importantes iniciativas de conservación del medio marino en los últimos años. Entre ellas destaca: la identificación de las IBA marinas y su posterior designación como ZEPA (proyectos LIFE IBA marinas e INDEMARES); la participación activa en las Estrategias Marinas de España, elaborando el documento correspondiente a las aves; el seguimiento de la reforma de la Política Pesquera Comunitaria (PPC) y la aprobación de un Plan de Acción europeo para la reducción de capturas accidentales de aves marinas; y la elaboración de planes de acción y estrategias de conservación para las especies de aves marinas más amenazadas de España, entre las que destaca la pardela Balear. Pero hay aún mucho trabajo por delante, abordando nuevos campos como el acceso a los recursos genéticos marinos, la responsabilidad civil derivada de vertidos por hidrocarburos y en general, la protección de los océanos en alta mar, fuera de las aguas jurisdiccionales de los estados, ya que la biodiversidad no entiende de fronteras. conveníosPara esto último hay que trabajar a través de los convenios internacionales, instrumentos complejos y carentes de dinámicas de participación pública, que deben necesariamente abrirse a la participación ciudadana e incorporar criterios de conservación ambiental. Y SEO/BirdLife está decidida a contribuir a esos objetivos, para lo que cuenta con el apoyo de BirdLife International.
En opinión de Pep Arcos, “la conservación de los mares ha ido muy desfasada con respecto a la conservación de los medios terrestres. Pero hay voluntad política para acortar distancias y SEO/BirdLife está trabajando en esta línea para que la protección de las aves sea una realidad”. En opinión de Arcos la designación de las ZEPA marinas ha situado a España a la a la cabeza en cuanto a la designación de la Red Natura 2000 marina, pero aún queda mucho camino por recorrer. “Los avances en los últimos años han sido importantes sobre el papel, pero aún queda que las administraciones pasen de la teoría a la práctica.
José Juste, por su parte destacó la importancia de los mares para todos, pues dependemos de ellos, ”son el soporte del planeta y debemos conservarlos. A lo largo de la historia, desde el punto de vista jurídico el mar ha sido tomado con sesgo utilitario”. Pero hoy en día hay muchos aspectos de la conservación de los mares que no se tuvieron en cuenta cuando se redactó el Convenio de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar en 1982, como son los nuevos usos del mar, las bioprospecciones, el problema de los detritos o de la erosión marina. Todos estos nuevos usos del mar plantean nuevos desafíos para su conservación que deben inventariarse, además de que la explotación de los recursos del lecho marino a cualquier profundidad es ya un hecho, hay que sumar la explotación de recursos petrolíferos en zonas cada vez más alejadas de las cosas o el ruido oceánico.