Dionisio Grande, ingeniero de Montes y licenciado en Ciencias Ambientales por la Universidad Católica de Ávila (UCAV), junto a su tutor académico y profesor Fernando Herráez, ha presentado la patente de un prototipo denominado Núcleos de adopción a partir de materiales reciclados, un trabajo que pretende mantener y aumentar la población de la reina de la caza menor, la perdiz roja.
La labor y metodología se centran en la elaboración de un habitáculo donde un macho de perdiz salvaje, previamente capturado, conviva con perdigones procedentes de granja un periodo de tiempo que posibilite el crecimiento, el aprendizaje y la adaptación de éstos últimos al medio en el que serán liberados. El objetivo, ya alcanzado con buenos resultados, es conseguir la adopción plena de las crías, que aprenden dentro del habitáculo a comer y sobrevivir.
“El fin del prototipo es tener un recinto con todas las condiciones de bienestar animal para que un ejemplar salvaje sea capaz de adaptarse en un periodo relativamente corto a la cautividad, que crie a esos perdigones y que posteriormente sirva también para liberarlos, por lo que cumple las condiciones para que sea un recinto que no pueda ser atacado por depredadores que puedan influir en ese proceso de cría y que tenga un fácil montaje para que los propietarios interesados no tengan una metodología complicada de poder realizar” asegura en palabras recogidas por DiCYT Dionisio Grande.
El proceso no termina ahí, puesto que tras dos meses en el núcleo se produce la suelta de animales y con ella la vida en libertad, que no supone problema para las crías ya que continúan adquiriendo conocimientos del macho que las ha adoptado. Un sistema que está elaborado con materiales reciclados, por lo que se adapta perfectamente al medio natural, y que permite que la tasa de supervivencia de las perdices de granja que se sueltan en el campo se multiplique por tres en el peor de los casos.
Se trata de un proyecto de investigación respaldado por la UCAV que es bien recibido por el mundo cinegético, y que forma parte del programa de prototipos orientados al mercado T-CUE 5, promovido por la Fundación Universidades y Enseñanzas Superiores (Fuescyl) de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León.
A ello se suma el premio de mejor proyecto fin de carrera con carácter emprendedor que Dionisio Grande recibía del Colegio y Asociación de Ingenieros de Montes. María del Rosario Sáez Yuguero, rectora de la UCAV, ha destacado que la patente supone “una evolución en el ámbito de la cinegética y la ingeniería de montes”.
Por su parte, Jesús de Andrés Rodríguez-Trelles, jefe del Área de Coordinación en Ciencia y Tecnología de la Fuescyl, ha asegurado que “es una auténtica satisfacción ver que no nos quedamos en las aulas dentro de la enseñanza teórica sino que hacemos cosas tangibles. El espíritu del T-CUE es éste, acercar la universidad más a las necesidades de nuestra sociedad y para que sea sostenible acerlarla también al tejido productivo”.