Entre los puntos del orden del día se expuso la necesidad de abordar cambios en el Reglamento de Caza vigente en el Principado de Asturias, ya que después de más de veinte años la actividad cinegética en Asturias se enfrenta en la actualidad a una realidad socioeconómica y cinegética que presenta algunas diferencias notables respecto a las circunstancias que existían en los momentos de su aprobación.
En este sentido, la Consejería está trabajando, con la ayuda de reconocidos expertos en la materia, en las modificaciones necesarias para adecuarla al contexto actual. Entre los cambios que se están barajando está el de aumentar el porcentaje de batidas de jabalí que corresponden a los cazadores locales, incrementar el número mínimo de integrantes de las cuadrillas de caza y aumentar los cupos. También modificar las zonas de seguridad, convirtiéndolas en zonas libres vedadas, para que se puedan controlar las poblaciones de las especies cinegéticas con la participación de cazadores.
Asimismo, se está trabajando en la elaboración de un reglamento de funcionamiento interno de la guardería así como en la creación de la figura del guía de caza.
Con el objetivo de favorecer el turismo cinegético, la Consejería prevé facilitar a los cazadores los cambios de fechas en caso de que no sea posible cazar debido a las condiciones climatológicas.
Otro de los puntos que se expuso en este Consejo fue el compromiso de la actual Administración de corregir las graves situaciones heredadas de la anterior Administración en lo referente a la organización de la Guardería del Medio Natural y el abandono de las Reservas regionales.
Dada la delicada situación económica, la Consejería considera necesario mejorar la gestión cinegética en las Reservas de Caza para intentar conseguir que sean capaces de autofinanciarse y no supongan una carga añadida para la Administración.
El Gobierno considera que la modificación del Reglamento permitirá mantener la actividad cinegética en Asturias sin tener que llegar a adoptar decisiones tan drásticas como la tomada hace unos días en Castilla-La Mancha, donde el Gobierno suspendió la Orden por la que se regulaba el ejercicio de la caza en las reservas de caza y cotos sociales.
El Gobierno quiere apostar por la caza y los cazadores, por lo que considera necesario adaptar la gestión cinegética a la demanda actual, pensando en el presente pero sin olvidar el futuro.