El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil detectó en Barcelona la posible realización de ciertas operaciones relacionadas con el tráfico de marfil de elefante, que dieron pie al inicio de una investigación que ha culminado con la inspección de dos establecimientos dedicados a la compra y venta de este tipo de género. El elefante africano (Loxodonta africana) es una especie protegida en el Anexo A, del Reglamento CE 338/97.
Primera inspección
La primera actuación efectuada en una de estas salas de subastas de Barcelona propició la aprehensión de las primeras 24 piezas, pendientes de puja, careciendo de cualquier documentación CITES que pudiese amparar su situación legal.
El precio de salida a subasta de estas piezas era de 10.500 euros en su conjunto, por lo que la Guardia Civil instruyó diligencias por infracción de Contrabando, al realizar actividades comerciales con partes de especímenes incluidos en el Apéndice I del Convenio CITES y Anexo A del Reglamento CE 338/97, que protege el elefante africano, sus partes y derivados, por considerarlo en riesgo de extinción.
El género aprehendido, así como la diligencia instruida por el SEPRONA han sido entregados en la Aduana de Barcelona, organismo que competente al respecto, al tratarse de una supuesta infracción de contrabando.
Segunda inspección
En el marco de esta operación contra el tráfico irregular de marfil, tras practicar otra inspección en otra sala de subastas de la ciudad condal, han sido descubiertas e intervenidas otras 87 piezas de marfil talladas de gran valor, previamente a ser subastadas, alguna de ellas alcanzando un valor de salida de 16.000 euros.
Los agentes del SEPRONA han examinado cada una de las tallas, acreditando en su inspección que ninguna de ellas posee el correspondiente Certificado CITES que autorizase su comercio o legal procedencia, ni documentación que acreditase la fecha de entrada en España.
Estas piezas también carecen de documentación justificativa del pago de aranceles aduaneros, convirtiéndolas en género de contrabando conforme a la Ley Orgánica 12/95.
Por lo anterior, se ha detenido al administrador de esta última sala de subastas, a quién se le imputa la presunta comisión de un delito de contrabando, dado que el valor de salida de este lote alcanzaba un valor global de 206.000 euros.
Método de subasta
El suministro de las tallas de marfil se realizaba como depósitos de particulares y, también, de algunas empresas de otras provincias, ante el subastador, mediante comisiones pagadas a la sala de subastas, tanto por el vendedor como por el adjudicatario.
De hecho, este tipo de actuaciones constituía una transmisión de ¨tallas de marfil indocumentadas¨ que continuaban siendo ilegales en manos de los nuevos adquirientes.
Posible procedencia de los colmillos
La procedencia del marfil intervenido por el SEPRONA de la Guardia Civil podría tener su origen en colmillos de elefante obtenidos como trofeos de caza en alguno de los cuatro países africanos en que esta actividad está permitida (Bostwana, Zimbaue, Namibia y Sudáfrica) y, en otras ocasiones, de la caza furtiva, para su venta en “bruto” a ciudadanos orientales que dominan el arte tradicional del tallado.
Una vez elaborados y envejecidos artificialmente para ocultar su origen, en España salen al mercado como antigüedades de importación. Este tipo de actividades fraudulentas también es ilegal.
Talla en un colmillo de marfil de Mamut
Una de las piezas intervenidas en la segunda actuación se trata de una talla religiosa budista realizada en un colmillo de marfil de mamut, género de mamíferos proboscídeos de la familia Elephantidae.
La pieza de mamut, que tiene un tamaño excepcional y gran calidad de tallado, se convierte en especial y de excepcional valor en el mercado, al tratarse de un animal extinguido hace varios milenios.