Garantizar la supervivencia de los ecosistemas presentes en la Red Natura 2000 marina ha centrado la estrategia de los 28 proyectos MAR que se beneficiaron de las ayudas del Fondo Europeo de Pesca (FEP) y que a finales de septiembre presentó sus conclusiones.
Los 28 proyectos, con un presupuesto de 3,3 millones de euros, contemplan todo tipo de acciones destinadas a preservar los recursos marinos y, con ello, la supervivencia de la actividad pesquera, de las especies y de los hábitats, muchos de ellos reconocidos como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) de la Red Natura 2000.
Así, destaca el proyecto que la Asociación Naturalista de Sureste (ANSE) ha desarrollado para cuantificar el uso que hacen los delfines mulares de las granjas de acuicultura en las localidades murcianas de San Pedro del Pinatar y Águilas y en Almería, y determinar la incidencia real de la cercanía de esos polígonos de acuicultura en la dieta de estos animales.
Gracias a la información obtenida, ANSE elaborará medidas de gestión específicas para los espacios de la Red Natura 2000 colindantes a esas granjas, ha explicado su portavoz, Pedro García, quien se ha lamentado del retraso en la elaboración de los planes de gestión en la Red Natura marina, "al igual que ocurre en tierra".
Por su parte, la Asociación Cultural ALNITAK ha desarrollado un proyecto encaminado a "implicar directamente y de manera activa a los pescadores", a quienes convierte en "custodios" de la conservación de los valores de la Red Natura 2000 pelágica y beneficiarios de las futuras plataformas de pronóstico y observación de los océanos (PPOO).
Este proyecto ha puesto de manifiesto, destacan sus responsables, "la importancia del potencial del pescador profesional" para la Red Natura marina, así como la necesidad de "tomarse en serio el capítulo comunicación" para fomentar la imagen del pescador como custodio de esos espacios.
Otro de los proyectos, desarrollado por la ONG SEO/BirdLife, ha enfocado su estrategia en la promoción de prácticas pesqueras medioambientales sostenibles mediante la incorporación del ecoturismo como actividad complementaria.
Y el proyecto Aquabird, desarrollado por la Universidad de Cádiz, ha analizado las interacciones entre las poblaciones naturales de aves marinas y las instalaciones de acuicultura en la Red Natura 2000, tanto en tierra cono en jaulas instaladas en el mar.
Los proyectos han contribuido a mejorar la gestión de los recursos pesqueros y divulgar las potencialidades de las Reservas Marinas de Interés Pesquero y de la Red Natura 2000, así como a potenciar la colaboración entre pescadores y comunidad científica, según ha destacado la Fundación Biodiversidad, que por primera vez actúa como Organismo Intermedio de Gestión de este fondo.
