"La Comunidad de Madrid es un centro de referencia, dentro y fuera de España, de la investigación con aplicaciones para la mejora del medio ambiente", señaló Mariño, "y esto repercute sin duda en la creación de actividad económica y en la generación de empleo".
Durante su visita, Ana Isabel Mariño quiso resaltar el acuerdo alcanzado que la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio tiene desde el año 2006 con todas las gasolineras que suministran carburante en Madrid para reducir la contaminación atmosférica y del suelo.
En virtud de este acuerdo, las gasolineras de la región están comprometidas para implantar sistemas de recuperación de los vapores de los compuestos orgánicos volátiles que se emiten a la atmósfera durante el suministro de gasolina. Además, evitan la contaminación del suelo y aguas subterráneas por derrames de gasolina, y se comprometen a reducir las emisiones de CO2 durante el suministro.
"El Ejecutivo regional es consciente de la creciente sensibilización de las empresas en el ámbito medioambiental, en una región como la madrileña que se sitúa a la cabeza en productividad y crecimiento económico", concluyó Mariño.
Un pacto por la empresa para el medio ambiente
La Comunidad apuesta por la sostenibilidad como uno de los valores fundamentales para el buen funcionamiento y máxima competitividad de las empresas madrileñas. Una apuesta clara por el tejido empresarial que ha demostrado que una de cada cuatro empresas sostenibles de España desarrolla su actividad en la Comunidad de Madrid, lo que sitúa a la región a la cabeza de la gestión empresarial y la producción ecológica.
La consejera resaltó las líneas de investigación medioambiental que tiene en marcha la Comunidad de Madrid, y que abarcan proyectos innovadores en diferentes áreas, desde el fomento de la eficiencia energética, la reducción de emisiones contaminantes, la mejora de la calidad del aire, hasta el desarrollo de nuevos sistemas de cultivo para mejorar la producción agrícola.
Además, Mariño destacó que tanto la implicación de las empresas en la gestión medioambiental de su actividad, la reducción de sus emisiones así como la innovación del tejido empresarial madrileño, son los pilares fundamentales sobre los que se asienta el Pacto de la Empresa Madrileña por el Medio Ambiente.
Primera Etiqueta Ecológica a Repsol
La Comunidad de Madrid entregó el pasado mes de marzo la primera Etiqueta Ecológica Europea en España a un producto lubricante biodegradable de Repsol YPF. La Etiqueta Ecológica Comunitaria es un distintivo que permite identificar aquellos bienes y servicios cuya producción y consumo genera un menor impacto ambiental, y en el caso de este producto, destaca por ser un tipo de aceite no dañino con el entorno y por tanto supone un hito importante en la protección y conservación del medio ambiente.
Este aceite lubricante ecológico se produce de manera exclusiva tanto para España como para el extranjero en el Centro Tecnológico de Móstoles, un centro que cuenta con los últimos avances y equipamientos tecnológicos para la investigación y desarrollo de todo tipo de proyectos y productos. En este sentido, Mariño subrayó que esta Etiqueta Ecológica evidencia el compromiso que la primera petrolera española mantiene con la protección del medio ambiente y la seguridad de las personas.
La Comunidad, atractivo de los mejores científicos
La consejera destacó durante su visita a los distintos laboratorios que el Centro de Tecnología de Repsol, con 350 investigadores, es un ejemplo a nivel mundial de I+D para la sostenibilidad ambiental, y en este sentido manifestó que "queremos seguir formando y atrayendo a los mejores científicos en el área medioambiental para que encuentren en Madrid las condiciones que les permitan producir unas investigaciones de calidad".
Madrid es la región española que más invierte en I+D, un 2% del PIB, y la única, junto con Navarra, que se sitúa por encima de la media europea. En la Comunidad de Madrid se concentra uno de cada cuatro empleos que genera el sector del I+D en España. Además, de la inversión total en Investigación y Desarrollo en aplicaciones para la conservación del medio ambiente (I+D+i ambiental), Madrid destina anualmente más de 469,5 millones de euros.